Chile solicita extradición de Pablo Muñoz Hoffman, exguerrillero que fue encontrado en Bolivia después de 28 años en fuga.
En la tarde del 30 de diciembre de 1996, cuatro exmiembros del Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR), un movimiento que alzó las armas durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), protagonizaron una fuga con tintes de película desde el penal más seguro de Chile: la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), situada en Santiago y actualmente conocida como REPAS. En el marco de la llamada Operación vuelo de justicia, llevada a cabo por los propios guerrilleros, un helicóptero del que pendía una canasta recogió a Pablo Muñoz Hoffman, Ricardo Palma Salamanca, Mauricio Hernández Norambuena y Patricio Ortiz Montenegro, quienes fueron depositados, algo aturdidos, en varios municipios distantes antes de desaparecer por completo. El único del grupo cuyo paradero permaneció desconocido, pues se mantuvo prófugo durante 28 años, era Muñoz Hoffman. Ahora vuelve a acaparar la atención mediática por su detención en La Paz, Bolivia, el 6 de enero, y su controvertida liberación un día después, cuando era trasladado al punto fronterizo de Tambo Quemado para su entrega a las autoridades chilenas. Sin embargo, tras la decisión de las autoridades bolivianas, Chile busca ahora su extradición.
Muñoz Hoffman, de 54 años, fue detenido después de presentarse al Consulado chileno en La Paz para pedir un salvoconducto que le permitiera retornar a su país. Como prófugo no tiene ni cédula ni pasaporte, por lo que el documento que se le entregó solo le permite regresar a Chile. Cuando hizo el trámite, los funcionarios revisaron sus antecedentes y se percataron de quién era. Alertada por Interpol Chile, la filial boliviana de la policía internacional actuó. De inmediato, se informó a la prensa que el detenido sería entregado en la frontera. No ocurrió así. Fue liberado sin medidas cautelares, es decir, como si fuera un ciudadano común, aunque tenía una orden de captura internacional o “sello rojo” de Interpol.
Las autoridades de migración y policiales de La Paz aseguraron que “no hubo una instrucción de arriba” para liberarlo y se descargaron argumentando que la orden de Interpol no es vinculante, es decir, no los obligaba a detener al exguerrillero. La prensa local ha hecho notar que en este caso se ha actuado de modo distinto que en otros en los que un sospechoso entra de manera ilegal al país, como hizo Muñoz Hoffman. Normalmente, los irregulares han sido expulsados de manera expedita. En tanto, la Policía boliviana ha asegurado que conoce el paradero actual del ciudadano chileno, mientras que Migración dijo que actuará cuando Chile solicite la captura.